Una lista de deseos
Columna de Opinión, por Gabriela Clivio
Directora Académica del Programa Intensivo “Finanzas para Directivos no Financieros”
Ahora que pasaron septiembre, las Fiestas Patrias y la parada militar, todo comienza a girar en torno a la Pascua. Entonces, así como los niños preparan sus listas de deseos para el Viejo Pascuero, se me ocurrió hacer una lista de mis deseos de ‘mujer adulta’ para Chile.
Comencemos por el principio. Estamos ad portas de terminar el año y seguimos entrampados en un proceso constitucional. Sigo sin entender bien por qué se decidió a nivel político no poner fin a la incertidumbre el día después del 4 de septiembre del año pasado, pero lo cierto es que no es bueno para el país seguir viviendo en este limbo.
Mi primer deseo es que termine esta incertidumbre que constituye un freno a la materialización de la inversión extranjera y contribuye a un mayor riesgo país. Varias son las publicaciones que han encontrado una relación negativa entre mayor incertidumbre y menor crecimiento económico. Mucho se habla de que Chile necesita al mundo y viceversa, pero para atraer inversión es necesario reducir los niveles de incertidumbre y brindar a los inversionistas reglas del juego claras y estables.
Mi segundo deseo es que podamos retomar la senda de crecimiento. En el escenario central del IPoM recientemente publicado, la proyección de crecimiento ha sido ajustada a la baja y se espera que se ubique entre -0,5 y 0,0% en 2023. Y hacia adelante se espera un crecimiento entre 1,25-2,25% y 2,0-3,0% para los años 2024 y 2025.
Mi tercer deseo es no seguir retrocediendo en materia de libertad económica. De acuerdo con el estudio ‘Economic Freedom of the World’ elaborado por Fraser Institute de Canadá, Chile ha seguido perdiendo posiciones en el ranking de países por tercer año consecutivo y ocupa ahora el peor lugar en la historia desde 1990. Dado que existe una relación positiva entre libertad económica y crecimiento económico, pareciera ser que, además de estar mal parados en materia de crecimiento, también se deterioran las condiciones necesarias para que éste se materialice en el futuro.
Mi cuarto deseo tiene que ver con resolver la crisis o tragedia que vivimos en materia de educación, donde observamos niveles de ausentismo alarmantes, algo que se suma al tremendo deterioro como consecuencia haber sido el país de la OCDE que más tiempo mantuvo cerradas las escuelas en respuesta a la pandemia.
Mi quinto deseo es recuperar algo muy valioso que hemos perdido: pediría por una mejora en materia de seguridad, dado que tristemente la delincuencia y el narcotráfico han aumentado en el país en estos años.
Finalmente, en esta lista -que no debe ser muy larga, dado que el Viejo Pascuero tiene recursos limitados- no quiero olvidarme de pedir por la reducción de las brechas en materia de inclusión en puestos de poder para las mujeres, quienes aportamos mucho más que una cuota de diversidad en las empresas públicas y privadas. En este mismo punto, también quiero pedir por la reducción de la brecha salarial para las mujeres, las que por lo demás tenemos siempre a cargo a los hijos y la casa.
Fecha: 27/09/2023